El ejercicio de la función pública demanda ser tolerantes a la crítica de los ciudadanos, sobre todo, por parte de quienes están al frente de las instituciones, independientemente del ámbito.
Es desacertado que la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Diana Atamaint, haya demandado a un periodista por violencia política de género.
Eso por criticar en una columna de opinión la inacción del organismo y de su presidenta frente a la participación activa de políticos sentenciados por la justicia en la promoción de candidatos.
La funcionaria, que encabeza una de las funciones del Estado, reclama una indemnización económica y la suspensión de los derechos políticos del comunicador.
La falta de ser tolerantes frente a la crítica crea barreras entre los funcionarios y la ciudadanía e impulsa a la autocensura.
“La falta de tolerancia frente a la crítica crea barreras e impulsa la autocensura”.
Un Estado que escucha y responde a las inquietudes y reclamos de la población es un Estado que respeta y valora a sus ciudadanos.
Esa debe ser una de las premisas de la gestión pública, en todos los ámbitos.
Fomentar la crítica y el debate abierto no solo mejora la gestión pública, sino que también empodera a los ciudadanos, haciéndolos sentir que sus voces importan y pueden influir en el curso del país.
Editorial de El Diario publicado el viernes 24 de mayo del 2024 en nuestra edición impresa.