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La reciente decisión del Municipio de Portoviejo de imponer una “contribución única” para la compra de recolectores de basura, vinculada al pago del impuesto predial, sienta un mal precedente.

Aunque se presente como una medida puntual, preocupa que pueda repetirse con diferentes fines, transformándose en un impuesto encubierto y constante.

Este tipo de acciones refleja falta de eficiencia administrativa.

En lugar de implementar una gestión eficaz que garantice el mantenimiento y reposición de equipos esenciales, como los recolectores de basura, se traslada el costo al bolsillo de la ciudadanía.

“Hay que priorizar la eficiencia administrativa y la transparencia”.

Los 2 millones de dólares requeridos representan apenas el 1,6  % del presupuesto municipal anual. Y si se distribuyen durante la vida útil de cinco años de los recolectores, apenas superan el 0,3 % anual.

Con una administración responsable y priorización adecuada, esta carga económica adicional sería evitable.

Además, el Municipio parece ignorar otras vías para equilibrar sus finanzas. Como por ejemplo, la austeridad en el gasto público y la reducción de una burocracia que se ha inflado con el tiempo.

El Concejo Cantonal de Portoviejo debe explorar alternativas que no impliquen más cargas económicas para los contribuyentes.

Es hora de priorizar la eficiencia administrativa y el manejo transparente de los recursos públicos, antes que recurrir a más impuestos.

No a la tasa extra para la compra de recolectores.

Editorial de El DiarioPublicado el 9 de diciembre del 2024 en nuestra edición impresa.