En la Asamblea Nacional se analiza una reforma a la Ley Orgánica de la Función Legislativa en la que se han propuesto, entre otras cosas, sanciones contra los denominados “camisetazos”, es decir, cuando los asambleístas votan en forma diferente a la que deciden sus organizaciones políticas.
Hay que recordar que los legisladores no se deben a sus partidos o movimientos políticos, sino a los electores de sus provincias, a quienes representan.
En ese contexto, si un asambleísta considera que un proyecto afectará a los ciudadanos, tiene, más que el derecho, la obligación de votar en la forma que más convenga a sus representados.
Esto sin que esto implique que tenga que someterse a sanciones.
“La votación de los asambleístas debería ser individual y a conciencia”.
El proyecto en mención, que estaba listo para la votación en segundo debate, fue devuelto a la comisión. Aquello, para que lo analice y le incorpore algunas mejoras.
Los asambleístas que tienen esta tarea deberían aprovechar la ocasión para excluir esta propuesta que atenta contra la democracia y el voto individual y consciente.
Además que fomenta el caudillismo, obstruye el trabajo de fiscalización y vulnera el derecho de los ciudadanos a contribuir a la mejora de la sociedad.
Editorial de El Diario: Publicado el 5 de diciembre del 2024 en nuestra edición impresa.