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Desde la Asamblea Nacional debería surgir una propuesta de ley para que los organismos públicos retiren las condecoraciones que en su tiempo entregaron a personas que, a la postre, terminaron sentenciadas por delitos graves como corrupción, abuso sexual, tráfico de personas, secuestro u otros.

Llama la atención, por ejemplo, que  en el año 2013 el entonces vicepresidente Jorge Glas recibió una condecoración del Gobierno Provincial de Manabí en el grado Gran Cruz por el impulso que dio al Proyecto Multipropósito Chone y a la Refinería del Pacífico.

Un año antes, también condecoró a Carlos Pólit, quien era contralor general del Estado.

“Esta medida debería tomarse, muy aparte de la ideología de los funcionarios de turno”

En el caso de Glas, es de conocimiento público que lo que se hizo por el proyecto de Chone no resultó suficiente, y que la refinería nunca se construyó y, más bien, pasó a ser el centro de una investigación por corrupción.

No son los únicos casos, pero se muestran a manera de ejemplo.

Debería existir una ley que, muy aparte de la ideología de los funcionarios de turno, disponga el retiro de condecoraciones y otros reconocimientos significativos que les otorgaron a quienes hayan recibido sentencias por delitos considerados graves, como una forma de enmendar los errores de antes.

Editorial de El Diario publicado el jueves 25 de abril del 2024 en nuestra edición impresa.