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A pesar de los operativos que se ejecutan y los anuncios que se formulan por la seguridad, las cárceles en Ecuador mantienen niveles altos de inseguridad.

El Gobierno debe actuar con rapidez y de forma enérgica para que mejore la seguridad en las cárceles.

Y para evitar que estos lugares vuelvan a ser, como hace poco, recintos donde reina la violencia extrema, donde se asesina con crueldad y sadismo.

La reciente fuga de un reo de la cárcel El Rodeo, en una forma en la que ni las autoridades saben qué pasó.

Además la detención de miembros de la fuerza pública que intentaban ingresar objetos de tenencia prohibida.

Y el conocer que desde los recintos carcelarios se siguen dando órdenes de matar y secuestrar, son tres ejemplos que hablan a las claras de que la fuerza pública no ha tomado, como se asegura, el control de estos lugares.

“Las cárceles se convirtieron en espacios altamente inseguros para todos”.

No se conoce, por ejemplo, si existe vigilancia a través de circuitos cerrados de cámaras, o si hay controles más severos en los ingresos.

Cárceles seguras

Lamentablemente, las cárceles se convirtieron en espacios altamente inseguros para todos.

Incluso para reos, policías y agentes penitenciarios, a tal punto que eran los líderes de las bandas quienes imponían su voluntad en estos recintos.

El Gobierno debe poner más atención al control de los centros de rehabilitación social para evitar que se les vaya de las manos.

Editorial de El Diario publicado el miércoles 10 de julio del 2024 en nuestra edición impresa.