Las expresas diferencias entre el Gobierno y la Asamblea Nacional pueden resultar en una seria afectación a la gobernabilidad y amenazan la democracia.
Por lo tanto es necesario que exista un diálogo para buscar puntos en consenso en las diferencias entre poderes que amenazan la democracia.
El cálculo político y el revanchismo no pueden tener cabida cuando se trata, como sostienen los presidentes del Ejecutivo y el Legislativo, de trabajar en favor de la ciudadanía.
Ese debe ser el primer punto en acuerdo.
No se puede pensar en el veto o el archivo de los proyectos por diferencias políticas o por interés electoral, sin tomar en cuenta el espíritu de cada ley.
No se puede espectacularizar la política, haciendo declaraciones destinadas a criticar o incomodar al otro. Eso deteriora la imagen de las instituciones y de quienes participan en esta especie de ring electoral.
“La suerte de los proyectos políticos no se puede definir por el interés político”.
Una cosa es la independencia de poderes y otra es esa suerte de divorcio político que cierra puertas y lleva a la desaprobación de leyes, diferencias que amenazan la democracia.
Un tema que estanca el avance de los proyectos y no deja gobernar a plenitud.
El disenso es positivo -y necesario- cuando se fundamenta en argumentos válidos; pero cuando se tiene como base el cálculo electoral y el odio político, se vuelve dañino.
Ecuado ha comenzado la época preelectoral y eso también está generando muchos desacuerdos.
Las diferencias entre poderes amenazan la democracia.
Editorial de El Diario publicado el jueves 11 de julio del 2024 en nuestra edición impresa.