Los convenios actuales relacionados con el control de tránsito en Portoviejo requieren una revisión urgente de Portovial.
No tiene sentido que, mientras las grúas retiran vehículos mal estacionados y se imponen multas, los ingresos generados no beneficien a Portovial, la agencia municipal de tránsito del cantón.
Es un evidente contrasentido. La ciudad aporta las calles y debe mantenerlas señalizadas y en buenas condiciones.
Pero son otras entidades, como la Agencia Nacional de Tránsito y los dueños de las grúas, quienes se quedan con los recursos que provienen de las sanciones.
“Esto convierte al control de tránsito en Portoviejo en un negocio rentable”.
Esto convierte el control del tránsito en un negocio rentable en el que, naturalmente, se prioriza la ganancia económica antes que el interés público.
En este esquema, la ciudadanía sufre la carga económica de multas.
Mientras el Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) no recibe los fondos que debería reinvertir en señalización. O educación vial, semáforos y otras mejoras necesarias para reducir las infracciones.
Además, este modelo desnaturaliza los objetivos de control.
Por ejemplo, en el caso de los radares, que deberían promover la disminución de velocidad, el hecho de que sean operados por privados los convierte en una herramienta de recaudación indiscriminada, alejándolos de su propósito original.
Portovial debe revisar convenios de tránsito.
Editorial de El Diario: Publicado el 3 de diciembre del 2024 en nuestra edición impresa.