Los súbitos cortes de energía eléctrica ocurridos en la reciente semana, y el hecho de que los apagones todavía se mantienen como una posibilidad, son muestras de cuán vulnerable es el sector de electricidad del país.
El riesgo de un colapso mayor está pendiente y la forma de contrarrestarlo es con inversión.
Inversión tanto en el mantenimiento de la infraestructura existente como en la construcción de nuevos sistemas.
Hay que aprovechar la disponibilidad de fuentes de energía renovables como el sol y el viento.
El país no puede seguir lamentando la falta de inversión de gobiernos pasados, mientras ve cómo se agudiza un problema.
Hay que comenzar a buscar soluciones ya, sin culpar a otros por lo que no se hizo bien o no se ejecutó.
Hay que reconocer que la inversión requerida en el sector es alta.
Pero, si no se comienza a trabajar en ello, las deficiencias en el sector energético seguirán cobrando un precio mucho más alto.
Más se pierde cuando el aparato productivo deja de trabajar o cuando se tiene que recurrir a la compra a países vecinos, a precios elevados y con cupos limitados.
Este gobierno y el próximo deben ponerse a trabajar en ello, en el tema de la electricidad.
Editorial de El Diario publicado el domingo 23 de junio del 2024 en nuestra edición impresa.