El Gobierno hace bien en plantear la eliminación del subsidio a los combustibles porque, efectivamente, es una distorsión de la economía, pero la focalización no es la fórmula.
Pero, en lugar de focalizar este subsidio devolviéndoles dinero a los transportistas por el consumo de combustibles, es mejor aplicar una reducción general de impuestos porque, al fin de cuentas, el transporte afecta a todos.
Además, eso no garantiza que los precios al usuario se mantengan en los rangos actuales.
Continuar con la idea del régimen de focalizar es, al fin de cuentas, lo mismo, una distorsión de la economía.
Porque las personas que no utilizan el transporte público terminarán pagando con sus impuestos la parte del subsidio de quienes sí lo usan.
“Quienes no usan buses o taxis terminarán pagando el subsidio de quienes sí los utilizan”.
Es mejor que se cobre el precio de los combustibles al costo que representa su producción y, al mismo tiempo, reducir impuestos.
Si es necesario, que se aplique una disminución en más rubros para los buses y taxis, o que se alargue la vida útil de estos vehículos.
Son medidas más sinceras con la economía.
El Gobierno debe buscar la fórmula para sincerar la economía y evitar distorsiones.
Distorsiones que como ocurre con la focalización, terminan beneficiando a un sector y afectando a los demás.
Editorial de El Diario publicado el lunes 17 de junio del 2024 en nuestra edición impresa.
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