Una vez que el Consejo de Administración Legislativa (CAL) dispuso la suspensión del juicio político contra la fiscal general Diana Salazar por el alto riesgo de su embarazo, es crucial que ella explique cómo puede desempeñar un cargo de tan alta responsabilidad, incluso bajo amenazas de muerte, sin poner en peligro su salud y la de su bebé.
Las leyes del país han llevado a una condición que no se había dado hasta ahora:
La suspensión de un juicio político debido al embarazo de la persona interpelada, en este caso la fiscal general del Estado Diana Salazar.
Son los resultados de un Estado con exceso de garantías, construido por los correístas, que ahora ven cómo las normas que establecieron actúan en su contra.
Esto no resta, sin embargo, la posibilidad de que el juicio político se realice, aun cuando ella haya concluido su período como fiscal.
“La fiscal ha hecho un gran trabajo al denunciar corrupción en todos los ámbitos”.
Se deja en claro que la fiscal no debería ser censurada, porque ha hecho un trabajo extraordinario.
Un trabajo histórico y notable, al denunciar corrupción de todo tipo, especialmente de políticos, que es el ámbito donde la impunidad era la norma.
De esa forma, se ha convertido en el objetivo de grupos que por varias ocasiones han buscado la forma de sacarla del cargo.
Editorial de El Diario publicado el domingo 19 de mayo del 2024 en nuestra edición impresa.