Los embalses son para consumo humano y, en algunos casos para riego, por lo que la generación de energía es poco probable.
Es que una central hidroeléctrica es una instalación que permite el aprovechamiento de las masas de agua en movimiento que circulan por los ríos, para transformarlas en energía eléctrica, utilizando turbinas acopladas a generadores.
Es decir, el agua sigue su curso para mover las turbinas.
Wilber Saltos, ingeniero eléctrico y docente de la Universidad Técnica de Manabí, recordó que hace 20 años se intentó instalar una central hidroeléctrica en Poza Honda, pero se formó una polémica porque, o se encargaba de la producción de una empresa, o se la entregaba a la población para además mantener el caudal ecológico del río.
Se refiere al proyecto de Manageneración, empresa conformada por La Fabril y la exCRM, que instaló una minicetral en la represa La Esperanza para producir 6 megavatios, y dos generadores en Poza Honda para producir 3 megavatios, que sólo generaron durante 16 meses antes de que pasaran a manos del Estado, vía decreto.
“En este caso, si se pusiera una hidroeléctrica en Poza Honda se desperdiciaría el agua porque no hay compuertas que detengan la salida al mar y disminuimos nuestras reservas para generar energía”, anotó.
Energía para un cliente privado
Washington Castillo, también ingeniero eléctrico y docente de la UTM, recordó que la central de Manageneración serviría a un cliente privado, La Fabril.
“Había la controversia y fue objetado por organismos reguladores, además que había reclamos en el tema ambiental”, indicó.
Para Castillo, es posible generar energía en zonas rurales con pequeñas unidades de paso, que se las puede poner en lugares de bajo caudal.
“Son para determinados sectores, sobre todo en las zonas rurales. En la zona norte se han identificado ríos donde podrían colocarse esas centrales de paso”, anotó.
Ambos profesionales indicaron que lo importante, por ahora, más que pensar en generación de energía es conseguir que se construya el Plan Hídrico de Manabí.
Ellos coinciden en que la prioridad es garantizar el agua para consumo y riego a la población.