El expolicía ecuatoriano Germán Cáceres, capturado en Palomino, Colombia, cometió un error y eso fue lo que permitió su captura por parte de la Policía.
Los vecinos del sector aseguraron que siempre andaba caminando por la playa, pero que no era visto como sospechoso por que se camuflaba bien.
El asesino confeso de María Belén Bernal no tenía lugar fijo donde comer y no se sabía dónde vivía, dijeron moradores.
Los habitantes de La Guajira de Santa Martha, que es muy turístico, siempre creyeron que se trataba de un turista.
Lo que se ha revelado en las últimas horas es que en el lugar donde el ecuatoriano fue detenido no era dónde laboraba.
El exteniente de la Policía laboraba en un bar ubicado a lado, y que se llama María Mulata.
El error de Cáceres fue su dialecto
Pero el exteniente cometió un error, usar dialecto ecuatoriano con un turista de su país.
El turista ecuatoriano se dio cuenta que se trataba de alguien de su país y logró identificarlo.
La captura de Cáceres se dio cuando llegaba a trabajar al bar. Ya la Policía sabía que estaba en la zona, tras la denuncia del turista ecuatoriano, y le hizo el seguimiento.
Además Cáceres tenía identificación falsa de Colombia. Había sacado cédula de la ciudad de Pasto.
Cáceres vivió en Palomino, Colombia, un mes. Esos detalles fueron revelados en un reportaje que hizo en la zona el periodista Alvaro Altamirano.
De igual manera, otro de los moradores aseguró que en ocasiones lo vio caminar por las playas de Palomino.
Además, uno de los factores que pudo haber hecho que pase desapercibido, era las tácticas que algún momento aprendió como agente policial.
Cáceres confesó que asesinó a María Belén Bernal el 11 de septiembre del 2022 dentro de la Escuela Superior de Policía en Quito.
Luego la enterró en un cerro cercano y huyó a Colombia.