Los tratados de libre comercio (TLC), como el que Ecuador firmó con China y que entró recientemente en vigencia, son una oportunidad para los productores y exportadores del país, pero también revelan la necesidad de que se apliquen reformas legales para mejorar los niveles de competitividad.
Ecuador es el cuarto país latinoamericano en tener vigente un TLC con el país asiático. Antes ya lo habían hecho Perú, Chile y Costa Rica.
Esto supone, al mismo tiempo, una facilidad y un desafío para los productores ecuatorianos.
El previsible aumento de la demanda de productos debe atenderse con calidad y eficiencia.
“Supone, al mismo tiempo, una facilidad y un desafío para los productores ecuatorianos”.
El progresivo retiro de gravámenes a ciertos productos requerirá un posible cambio de estrategias, tanto por parte de los exportadores como del Gobierno mismo.
Por otro lado, se hace necesario que desde la Asamblea Nacional se propongan reformas a las leyes laborales, tributarias y de incentivos a la producción para buscar las tantas trabas que le restan competitividad a la producción ecuatoriana.
La apertura económica es un proceso en el que el país se involucra más, pero para competir hay que deshacer barreras y trabas que complican la producción y pueden ser una camisa de fuerza para la economía.
Editorial de El Diario publicado el viernes 3 de mayo del 2024 en nuestra edición impresa.