Cnel, una empresa monopólica, protegida por una ley expresa, que no tiene ningún tipo de competencia y que brinda un producto de consumo masivo y general, pero que deja de facturar el 19 %, es ineficiente y debería ser reformada.
Las pérdidas de la Corporación Nacional de Electricidad (Cnel) no son un problema nuevo. Desde hace más de 20 años se habla de que mucha de la energía se pierde por robo o por fallas técnicas.
Y siempre se han buscado soluciones que, a la postre, no acaban con el problema.
Según los informes oficiales, el control del consumo se dificulta en zonas peligrosas, invasiones y sectores rurales. En estos lugares viven unos 600 mil usuarios de los 2,7 millones que tiene Cnel.
“La corrupción y la ineficiencia son causas de las pérdidas en las eléctricas”.
Los funcionarios aseguran que la delincuencia impone sus condiciones en determinados sectores.
Y argumenta que delincuentes reconectan la energía en casas y locales a los que se les ha cortado el servicio.
No hay que dejar de lado a la corrupción y a la ineficiencia burocrática como causas de este inconveniente que afecta a la empresa eléctrica.
Pero también a los usuarios que sí pagan el suministro de energía, y al Estado.
Hace falta una reforma a las empresas del sector eléctrico y que se busquen soluciones a este problema que, se insiste, se arrastra por décadas.
Editorial de El Diario publicado el martes 30 de abril del 2024 en nuestra edición impresa.