Las autoridades de Ecuador, los comercios y los ciudadanos deben ser más activos frente a los problemas que se han denunciado sobre la presencia de plomo en decenas de alimentos que se comercializan y consumen en el país.
Durante los dos primeros meses del año se generó una alerta y poco se sabe si el problema continúa. Tampoco parece existir una compra y consumo de alimentos informado de parte de los ciudadanos.
Este no es un asunto menor, estamos hablando de salud pública y de seguridad alimentaria, dos elementos consagrados en la Constitución de Ecuador y, además, dos asuntos claves para la vida.
El plomo, al ser ingerido en cantidades que superan lo tolerable, puede generar problemas neurológicos, cardiológicos y degeneraciones, especialmente en los niños, pero también en los adultos, según los expertos en el tema.
“Se debe actualizar la información sobre el tema”.
No se trata de afectar negocios privados, de escandalizar o de generar un pánico injustificado, pero es preciso que el tema se aborde con firmeza y equilibrio.
Hay que aclarar las razones, buscar soluciones y sancionar las prácticas irresponsables que afectan la salud de las personas con los alimentos.
La academia, el Ministerio de Salud Pública y en general las instituciones del Estado, tienen una gran responsabilidad sobre un problema que debe ocupar un lugar privilegiado dentro de las políticas públicas.
Editorial de El Diario publicado el miércoles 6 de marzo del 2024 en nuestra edición impresa.