La reconstrucción del Palacio de Justicia de Portoviejo, es otro irrespeto a los ciudadanos y una dolorosa muestra de cómo las obras públicas inconclusas afectan la vida de las personas.
Son más de 26 años de incumplimiento, entre los problemas de su construcción que permitió un corto funcionamiento y ahora su reconstrucción.
La recuperación del edificio del Palacio de Justicia afectado en el terremoto del 2016 se contrató por más de 4,8 millones de dólares con un plazo de 270 días de ejecución, pero está suspendida y tiene más de 1.300 días de retraso.
Antes de esta reconstrucción, durante la edificación de la estructura también se registraron problemas que no permitieron su funcionamiento en 1998.
Pues entre prórroga y prórroga con contratos que iban y venían y precios que subían, se terminó en el 2005.
“Son 26 años de incumplimiento entre construcción y reconstrucción”.
Es correcto que un legislador se preocupe de esta realidad.
Es más, debe ser acompañada de un trabajo conjunto de otros asambleístas, las fuerzas vivas, juntas cívicas y autoridades seccionales.
El colectivo “La Corte pa’ cuándo” ha hecho un seguimiento meritorio, y necesita más respaldo.
Es intolerable que esta obra enfrente tantas postergaciones, que no se encuentre una solución y que no existan sancionados ante un hecho de vergüenza y enerva.
Editorial de El Diario publicado el miércoles 21 de febrero del 2024 en nuestra edición impresa.