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Un bombero de la ciudad de Guayaquil recibió prisión preventiva y lo enviaron a la Penitenciaría del Litoral.

La noche del 8 de febrero, agentes policiales encontraron 220 paquetes de clorhidrato de cocaína en el interior de su carro.

El operativo lo ejecutaron agentes de Inteligencia Antinarcóticos de la Policía Nacional, en el norte de dicha ciudad.

Tras la detención y el registro del vehículo se encontraron diez fundas plásticas y en cada una veinte paquetes envueltos en cinta adhesiva.

El alcaloide –con la imagen de “Popeye” en cada ladrillo– fue encontrado en el piso delantero del conductor, en los asientos posteriores y en la cajuela.

También se hallaron 790 dólares en efectivo y dos celulares.

La actitud del conductor era nerviosa y no pudo justificar la procedencia de la droga ni el dinero, informó la Policía.

Debido a esto lo detuvieron y trasladaron a la Unidad de Flagrancia Cuartel Modelo.

Varios años en la cárcel

Allí se comprobó que se trató de 198 kilos de clorhidrato de cocaína.
El juez de Garantías Penales, Ubaldo Macías, acogió el pedido de Fiscalía y dictó prisión preventiva para Jorge Enrique M. R..

En su contra se demitió una boleta de encarcelamiento y su traslado a la Penitenciaría del Litoral.

La instrucción fiscal durará treinta días. Durante ese tiempo tanto la Fiscalía como la defensa del bombero deberán recabar más evidencias para declararlo inocente o culpable.

Según el artículo 220, numeral 1, literal d, del Código Orgánico Integral Penal (COIP), este delito se sanciona con pena privativa de libertad de diez a trece años.