Los procesos biológicos que conducen a complicaciones en el embarazo suelen empezar antes de la gestación.
Por eso, el periodo previo al embarazo es crítico para cuidar y mejorar la salud cardiovascular de las mujeres embarazadas y sus hijos.
Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por la Asociación Americana de Cardiología.
El estudio fue publicado este lunes en un número especial de ‘Circulation’, la revista de la asociación.
El artículo recoge toda la información disponible que relaciona la salud cardíaca de la mujer con la salud de sus hijos.
El estudio concluye que hacen falta recursos e investigación para mejorar la salud cardíaca de las mujeres, especialmente de las que pertenecen a grupos raciales y étnicos históricamente infrarrepresentados en los estudios y ensayos clínicos.
“Los procesos biológicos que contribuyen a los resultados adversos del embarazo empiezan antes de que una mujer quede embarazada”, afirma Sadiya S. Khan, de la Universidad Northwestern de Chicago.
“Por eso, es necesario optimizar la salud cardiovascular antes del embarazo. Los datos indican que la salud cardiovascular tiene una relación intergeneracional”, señaló.
La salud cardiovascular en embarazo
La salud cardiovascular se mide en ocho factores: el ejercicio, la dieta, no fumar, el peso, la tensión arterial, el colesterol, la glucemia y el sueño.
Los investigadores analizaron estos factores en 23.400 personas (adultos y niños) entre 2023 y 2018.
Allí descubrieron que sólo uno de cada cinco estadounidenses de 2 años o más tiene buena salud cardiovascular.
Por ejemplo, antes del embarazo, los niveles bajos de salud cardiovascular se asocian a complicaciones posteriores como parto prematuro, diabetes gestacional, hipertensión arterial, preeclampsia o bebés de bajo peso.
Y estas complicaciones del embarazo también están relacionadas con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares en los hijos.
Ser prematuro se asocia a un riesgo un 53% mayor de padecer cardiopatías a los 43 años.
Y tener diabetes tipo 2 antes de quedarse embarazada se asocia a un riesgo un 39% mayor de enfermedad cardiovascular en los hijos a los 40 años.
Sin embargo, pese a las evidencias que relacionan la salud de una persona antes del embarazo con la salud de su descendencia, no existen ensayos a gran escala para probar si mejorar la salud cardiovascular general antes del embarazo reduciría las complicaciones en la gestación, la muerte cardiovascular relacionada con el embarazo o el riesgo cardiovascular en los hijos.
El artículo insta a planificar nuevos estudios que traten las lagunas existentes en la investigación de la salud cardiovascular materna.