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La leche es clave sobre todo en los primeros años de vida y aún más allá, según indican estudios y especialistas.

La desnutrición crónica infantil es uno de los mayores desafíos de salud pública en Ecuador, afectando al 20,1% de los niños menores de 2 años, según los resultados de la Encuesta Nacional de Desnutrición Infantil (ENDI) de 2023.

Esta condición tiene repercusiones significativas en el desarrollo físico y cognitivo de los niños. Ademásde consecuencias a largo plazo para la productividad y el desarrollo del país.

“La leche, por su riqueza en nutrientes, se convierte en un superalimento único para combatir la desnutrición crónica infantil. Como alimento completo, aporta proteínas de alta calidad, calcio, grasas saludables y vitaminas clave, lo que ayuda a los niños a crecer fuertes y sanos, contribuyendo a la prevención de la desnutrición”, explica la nutricionista de Vita Alimentos Ana Altamirano.

Asimismo da recomendaciones para ajustar el consumo de leche en cada etapa del crecimiento.

De 1 a 2 años: nutrientes clave de la leche

En esta etapa inicial, se recomienda empezar con pequeñas porciones de leche entera, aumentando gradualmente hasta alcanzar aproximadamente un vaso al día.

La leche entera es ideal en estos primeros años debido a su contenido de grasas saludables, necesarias para el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso.

Además, la proteína y el calcio presentes en la leche fortalecen el crecimiento físico, mientras que las vitaminas y minerales contribuyen a la formación de huesos y dientes sanos.

De 2 a 5 años: fortalecer crecimiento

Entre los 2 y los 5 años, el consumo de leche recomendado es de un máximo de 500 ml diarios. “Esta cantidad ayuda a cubrir las necesidades de proteínas y calcio sin desplazar otros alimentos esenciales en la alimentación del niño. En esta etapa, la leche es fundamental para construir un sistema inmunológico fuerte, además de que continúa considerándose una fuente confiable de energía y nutrientes necesarios para el desarrollo físico y cognitivo”, añade la profesional.

De 5 a 12 años: desarrollo óseo

En edad escolar, los niños tienen un estilo de vida más activo, por lo que sus necesidades
energéticas y de nutrientes aumentan.

En esta franja de edad se recomienda mantener el consumo de leche y derivados en unos 500 ml diarios.

La leche es crucial en esta fase para el desarrollo óseo, proporcionando el calcio y las proteínas necesarias para el crecimiento y para reducir el riesgo de desnutrición.

Estos nutrientes ayudan a cubrir los requerimientos diarios de energía y contribuyen a la salud general del niño, se indica.