La nave espacial Juno de la NASA envió a la Tierra la primera imagen de su sobrevuelo de máxima aproximación a Europa, la luna helada de Júpiter, en la que revela las características de la superficie de una región cercana al ecuador llamada Annwn.
La imagen fue tomada ayer a una distancia de unos 352 kilómetros de la superficie en el que supone el tercer paso cercano de la historia, a menos de 500 kilómetros, y la mirada más cercana que una nave espacial ha proporcionado de esa luna desde la tomada por la nave Galileo de la NASA en 2000.
Europa es la sexta luna más grande del sistema solar, un poco más pequeña que la nuestra, y los científicos creen que hay un océano salado debajo de una corteza de hielo de varios kilómetros de grosor, lo que suscita preguntas sobre si tiene condiciones para albergar vida.
La imagen es un primer plano de una franja de la superficie al norte de su ecuador y, debido al contraste entre la luz y la sombra que se observa a lo largo del terminador (la línea de separación con el lado nocturno), se pueden ver fácilmente las características del terreno.
Se trata de una zona escarpada, con altos bloques que proyectan su sombra, mientras que las crestas y depresiones iluminadas y oscuras se curvan a lo largo de la superficie, según describe la NASA en un comunicado.
Durante el sobrevuelo, la misión obtuvo lo que serán algunas de las imágenes de mayor resolución de la luna (1 kilómetro por píxel) y valiosos datos sobre la estructura de la capa de hielo, de su interior, de la composición de su superficie y su ionosfera, además de la interacción con la magnetosfera de Júpiter.
Juno solo tuvo dos horas para recopilar datos de Europa, por la que pasó a una velocidad relativa de unos 23,6 kilómetros por segundo y, aunque aún “es muy pronto”, todo indica que el sobrevuelo “fue un gran éxito”, según Scott Bolton, investigador principal de la misión en el Instituto de Investigación del Suroeste de San Antonio.
Los nuevos datos proporcionados por Juno sobre la geología de Europa servirán para futuras misiones hacia esta luna de Júpiter, como Europa Clipper, prevista para 2024, que estudiará su atmósfera, la superficie y el interior para determinar si hay lugares bajo la superficie que pudieran albergar vida.