“Anestesiados. La humanidad bajo el imperio de la tecnología” es el nuevo libro del sociólogo español Diego Hidalgo presentado esta semana en Rabat, que alerta sobre el poder esclavizador de las redes sociales y la tecnología digital y aboga por resucitar “el botón off” de nuestros teléfonos inteligentes.
El libro, editado por Catarata y que Hidalgo, residente en Marruecos, dio a conocer este lunes en el Instituto Cervantes de la capital marroquí, advierte de la “fuerte relación asimétrica” entre individuos y las aplicaciones que usan.
También emprendedor digital, su autor hace un paralelismo entre el ilusionismo que hace “un modesto mago”, una afición que él mismo ejerció de joven, con el de la tecnología, “que tiene mayores recursos y dispone de las mentes más privilegiadas del mundo, que toma decisiones por nosotros que afectan a nuestra vida”.
Durante la presentación del libro, Hidalgo ilustró el poder cada vez más absorbente de la tecnología digital distinguiendo entre un “estado sólido”, en el que estaba más controlada y que él encuadra desde la aparición de computadoras hasta el 2007, cuando apareció el primer Iphone, y la “edad líquida”.
Actualmente el sociólogo cree que vivimos en la “edad digital gaseosa”, con la propagación de pequeños aparatos, como los altavoces y relojes inteligentes, que han conseguido una “penetración difícilmente detectable” en la vida humana.
“El libro no es un manifiesto tecnófobo, sino una alarma sobre la libertad humana que se absorbe por el paradigma dominante en la industria tecnológica”, precisa.
El autor, que no utiliza “smartphone” sino un móvil sencillo, también recuerda el poder nefasto de la tecnología sobre los niños, que se pueden convertir en usuarios compulsivos de estos aparatos.
Para frenar esa invasión tecnológica, Hidalgo llama a establecer barreras de edad en el acceso a los aparatos tecnológicos. En el caso de los adultos, recomienda acotar el uso del móvil a algunas habitaciones de la casa y/o a horarios controlados, así como restringir las notificaciones.
También llama a una intervención de los Estados para “cambiar el modelo de desarrollo de los gigantes de la tecnología como Google y Facebook, que está basado en la compra venta de nuestras parcelas de libertad, y venden a terceros trozos de futuros comportamentales humanos”. EFE