La reciente entrega de armamento a la Policía y vehículos tácticos a las Fuerzas Armadas son dos acciones acertadas para que la fuerza pública avance en su finalidad de contrarrestar el ataque de la delincuencia.
En buena hora se tomó la decisión de entregar armamento y vehículos, bienes que permanecían guardados, a la espera de que se cumplieran los trámites para que empezaran a prestar servicio.
Y esto, como suele ocurrir, podría haber tardado más tiempo.
Además se sabe que la delincuencia tiene armas más sofisticadas que la fuerza pública.
Por ejemplo, en varios ataques del hampa contra la sociedad civil se han utilizado armas largas, como fusiles, y explosivos.
“La delincuencia tiene armamento más sofisticado que la fuerza pública”.
Hay que señalar que los 51 vehículos tácticos multipropósito que se han entregado a los militares son parte de un conjunto de 137 unidades motorizadas que, por un monto de 65 millones de dólares, se adquirieron durante el gobierno anterior para combatir el crimen organizado y fortalecer la seguridad.
Es de esperar que esta misma agilidad se dé para poner a funcionar equipos y vehículos que están embodegados, a veces por años.
Todo eso por restricciones burocráticas, y que están destinados a servir en diversas entidades públicas.
Así se encuentran desde equipos hospitalarios hasta carros. Un lujo que un país en crisis no puede permitirse.
Es por eso que se acierta con la entrega de armamento y vehículos.
Editorial de El Diario publicado el viernes 9 de agosto del 2024 en nuestra edición impresa.