En lo que va del del año 2024 se han registrado un total de 120 incendios forestales en Portoviejo, capital de los manabitas.
De ese número, 115 se han originado por la quema de pastos y malezas.
Debido a aquello se presenta la necesidad de emprender programas de prevención y de enseñanza de las buenas prácticas de desmonte y limpieza de terrenos.
Los incendios forestales ponen en riesgo la biodiversidad y la seguridad de las personas.
También revelan una falta de conciencia y capacitación en el manejo adecuado del fuego en actividades agrícolas y de limpieza.
La temporada climática actual se caracteriza por ausencia de lluvias, mayor intensidad solar y vientos más fuertes.
Aquello genera las condiciones idóneas para la propagación del fuego y podría terminar en graves incendios forestales.
Las zonas con vegetación seca y contaminadas con basura son particularmente vulnerables y se convierten en verdaderas bombas de tiempo.
Es urgente, además, fortalecer la capacidad de respuesta ante incendios forestales.
Se debe equipar y capacitar adecuadamente a los cuerpos de bomberos, así como fomentar la participación comunitaria en la prevención y control de incendios.
La prevención es crucial para mitigar el impacto de estos desastres.
Otro frente debe ser la colaboración entre autoridades, oenegés y comunidad para buscar mecanismos de intervención rápida ante los incendios forestales.