Ecuador registraba hasta finales de julio de 2021 un total de 1.406 incendios forestales, según datos del sistema integrado de emergencia ECU911, y que han sido difundidos con motivo de una campaña de lucha contra este devastador fenómeno en la época seca de julio a enero.
“No más incendios forestales” es la campaña que impulsa el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, en coordinación con otros organismos nacionales, destinada a concienciar a la población de los efectos de estos incendios.
Según un comunicado difundido hoy por el ECU911, que participa en la campaña, entre enero y diciembre de 2020 se produjeron 4.642 incendios, y en los primeros siete meses de 2021, 1.406.
El cantón de Guayaquil con 502 y el de Quito con 206 son los más castigados.
“Los incendios son una de las principales causas de la destrucción de los bosques, lo que favorece a la propagación de patógenos (microorganismos que causan enfermedades). La protección de estos lugares es la vacuna más eficaz y sostenible”, dijo en el acto de lanzamiento de la campaña la subsecretaria de Patrimonio Natural, Glenda Ortega.
También explicó que poner en riesgo las áreas verdes representa un grave peligro para la vida de las personas y el medio de subsistencia de la biodiversidad, además de un gasto para las cuentas públicas e incontables daños materiales.
Por ello, la campaña busca prevenir los incendios forestales a escala nacional y que se afecte la biodiversidad, además de concienciar a la ciudadanía para que colabore con la conservación del medioambiente.
Según el subsecretario general del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE), Rodrigo Rosero, desde el 2019 hasta la fecha se han perdido 51.600 hectáreas de bosques.
La fase preventiva de esta campaña se enfocará hacia el control de las quemas agrícolas y evitar la piromanía, una iniciativa en la que el SNGRE cuenta con 298 brigadistas especializados en incendios forestales.
El ECU informó de que desde 2015 se han reportado 34.489 incendios forestales, que suelen incrementarse en los meses críticos de julio a enero del siguiente año.
La mayoría de estos siniestros son generados por la actividad humana, pese a que el Código Orgánico Integral Penal (COIP) detalla todo tipo de sanciones para los autores, que van de 3 a 6 meses de prisión para las quemas agrícolas o domésticas realizadas por las comunidades o pequeños agricultores que se vuelven incontrolables.
La condena es más grave, de 1 a 3 años de prisión, para la persona que provoca directa o indirectamente incendios o instigue la comisión de tales actos, en bosques nativos o plantados o páramos, y de 13 a 16 años si como consecuencia de ese delito se produce la muerte de personas.
Para evitar estos castigos, el ECU911 recomendó a la ciudadanía cuidar el medioambiente, no arrojar basura y desperdicios en sitios abiertos, así como no encender fogatas, todo esto a fin de evitar incendios forestales. EFE