El número de muertos por los terremotos en Turquía ha subido hasta 43.556 personas, según las autoridades.
Los sismos, que sacudieron 11 provincias del sureste del país el 6 de febrero, tuvieron magnitudes 7,7 y 7,6.
En declaraciones anoche a la emisora pública TRT, el ministro del Interior, Süleyman Soylu, precisó que en la provincia de Hatay, la más afectada por el sismo, todavía hay algunos edificios con personas bajo los escombros.
“Los trabajos de búsqueda y rescate en todas las demás partes han terminado. Se han empezado a construir contenedores. Se está creando la infraestructura de 100.000 contenedores. En dos meses los habremos completado”, dijo.
Según Soylu, quien calificó el terremoto como el “más grande del mundo”, 600.000 viviendas fueron destruidas, al igual que unas 150.000 tiendas comerciales.
El ministro aseguró, por otra parte, que las autoridades han identificado a medio millar de constructores, supuestamente responsables de construcciones que no cumplían las normas de seguridad contra terremotos.
Las autoridades han detenido a unas 160 personas hasta ahora, concluyó Soylu.
Una réplica de magnitud 5 ha sembrado este jueves el pánico en la ciudad de Antioquía, la más afectada por los terremotos del 6 de febrero.
Sin embargo, el sismo no causó mayores daños.
El temblor tuvo lugar a las 15h53, con epicentro en Baliklidere, apenas cinco kilómetros al sur de Antioquía.
La sacudida causó pánico entre quienes siguen viviendo en tiendas de campaña en esta ciudad, casi totalmente destruida por los sismos del pasado día 6.
Pero según declaró el gobernador provincial, Rahmi Dogan, a la agencia turca Anadolu, el sismo no ha causado prácticamente daños nuevos en una ciudad en la que ninguna casa está habitada en estos momentos.
“Salvo el derrumbe de algunos edificios que ya estaban dañados, no ha ocurrido nada grave. Según las primeras informaciones, no hay heridos ni nadie ha quedado bajo los escombros”, dijo Dogan.