La prevención de enfermedades es crucial en el cuidado de nuestra salud y uno de los aliados más poderosos es el deporte.
La actividad física reduce el riesgo de desarrollar numerosas enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares o el cáncer.
En estudios recientes se ha observado que el ejercicio también mejora la primera línea de defensa del sistema inmunitario y, por lo tanto, constituye una protección frente a enfermedades infecciosas.
Frente a este escenario, Andrea Fustillos, terapeuta física, indica que en la actualidad resulta de vital importancia que las personas eviten el sedentarismo, a fin de prevenir enfermedades y promover un estilo de vida saludable.
El tema fue abordado con estudiantes de la carrera de Fisioterapia de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL).
¿Qué hay del estiramiento?
De acuerdo con la experta, en la preparación del entrenamiento es fundamental que el calentamiento sea activo.
Esto permite generar una entrada en calor efectiva, preparando al cuerpo para una respuesta óptima. “Un estiramiento eficaz puede lograrse en rutinas entre 13 y 15 segundos, lo cual resulta adecuado para el trabajo muscular.
Sin embargo, desde el punto de vista neurológico, se sugiere que se necesitan de 30 a 40 segundos de estiramiento para desencadenar una contracción muscular”, explicó.
El deporte aporta a una buena salud
Practicar deporte de forma regular, como correr, nadar o andar en bicicleta, fortalece el corazón y mejora la circulación sanguínea. Esto reduce significativamente el riesgo de enfermedades como la hipertensión, la arteriosclerosis y los infartos.
La obesidad es un factor de riesgo importante para el desarrollo de la diabetes tipo 2. El deporte ayuda a mantener un peso saludable y a regular los niveles de azúcar en sangre.
La osteoporosis es una enfermedad que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas. La práctica de deportes de carga, como el levantamiento de pesas o el baile, aumenta la densidad ósea y fortalece los músculos, lo que disminuye el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
El deporte no solo beneficia el cuerpo, sino también la mente. La práctica regular de actividad física libera endorfinas, neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés.
Esto, a su vez, disminuye el riesgo de enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad.
En resumen, el deporte desempeña un papel fundamental en el cuidado de la salud.