Las relaciones humanas evolucionan o involucionan, pero nunca permanecen estáticas. Este es un principio psicológico aplicado a todas las relaciones amorosas, familiares, amistosas, laborales, económicas, por conveniencia, por necesidad, por gusto o placer etc., que el ser humano establece.
Curiosamente, como humanos una de las cosas que más temor nos
despierta es el cambio… miedo a que el mundo tal y como lo conocemos sea modificado.
Además del miedo, cuando observamos y experimentamos algún cambio, cierto nivel de ansiedad y angustia que no conocíamos puede aparecer y producir malestar.
Hay personas que por supuesto reaccionan mejor a las crisis y hay personas que son más resistentes al cambio; ¿Las causas? Cientos… la personalidad, la historia de aprendizaje familiar, las experiencias durante la infancia, los hábitos, la red de apoyo con la que contamos, la capacidad de identificar emociones y hablar de ellas, entre otras.
La pandemia del covid-19 nos tocó a todos por igual, tanto a los que saben lidiar adecuadamente con las crisis como a los que no, poniendo a prueba nuestra adaptación al cambio.
Efectivamente, absolutamente nadie estaba preparado para vivir lo que se venía y, por tanto, pudimos reaccionar a esta vasta transformación del mundo social de acuerdo a nuestras propias capacidades.
Parejas se separaron, integrantes de algunas familias partieron caminos, algunas personas se alejaron completamente de sus amistades y seres
queridos, la depresión y la ansiedad se dispararon alrededor del mundo… ¿Sorpresa? No necesariamente, debido al extremo confinamiento, la convivencia de todos y entre todos estuvo a prueba… y vaya prueba de fuego.
Sin embargo, para un gran número de individuos, la experiencia fue contraria. Algunos encontraron la oportunidad de fortalecer sus vínculos durante la pandemia y permitir que nuevos lazos surgieran, para muchos el apego aumentó, algunos identificaron formas de reinventarse en medio de una crisis y usarlas a favor de sí mismos y de sus relaciones con otros.
En todo caso, ya nos encontramos en una fase de post-pandemia en la que los resultados de nuestra capacidad de adaptación serán aún más visibles en nuestras relaciones, ¿pero, cómo?
Para responder a esta y otras preguntas, consultamos a la psicóloga Emily Kosche.
Respecto a las relaciones sentimentales se producirá un cambio con la llegada de las vacunas y la progresiva retoma de las actividades, pasando así más tiempo fuera de casa, ¿Cómo afectará este cambio a las relaciones?
“Cuando pensamos en cómo va a cambiar nuestras relaciones, es importante pensar en cómo cambiaron con la pandemia. Así como pasaba hace un año y medio, es muy probable que volvamos a pelear. Cuando nos preguntamos por qué peleábamos, la respuesta es sencilla: peleábamos porque había un cambio, y los cambios nos desestabilizan y nos generan conflictos porque las cosas se vuelven diferentes y no estamos acostumbrados a estas diferencias”.
¿Considera que las personas pudieron haber desarrollado una dependencia a su pareja gracias a esta dinámica?
No necesariamente hemos creado dependencia a nuestra pareja, lo que sí puede haber ocurrido es que hayamos dejado de poner límites en nuestra relación como lo hacíamos antes, de manera que hemos perdido reglas de cómo relacionarnos con otros y que nuestras parejas constantemente puedan estar cruzando los límites que hemos establecido antes. Es muy importante reconocer hasta dónde le estamos dejando llegar a nuestra pareja y reconocer si tenemos que volver a poner reglas o no.
¿Es posible salir reforzado como pareja de unas circunstancias tan malas como las provocadas por el covid-19?
Por supuesto. Existen muchas parejas que tuvieron muchos conflictos, pero aun así lograron mantenerse juntos, demostrando resiliencia, lo que significa que, incluso ante grandes adversidades, logran encontrar soluciones a los conflictos y afrontarlos de manera positiva, permitiendo el crecimiento y el desarrollo personal y de la pareja. Estas parejas resilientes que ante un cambio tan abrupto y desestabilizante como lo ha sido el confinamiento y la pandemia y lograron encontrar maneras de seguir juntos, han desarrollado muchísimas herramientas que les ayudan a entenderse mejor y con las cuales logran expresar su amor de una mejor manera, por ejemplo, aprendieron a comunicarse funcional y asertivamente con el otro, aprendieron a reconocer sus emociones y a gestionarlas de manera que no hagan daño al otro.
Cortesía: Doctoranytime, empresa de salud con cobertura en Europa y Latinoamérica.