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Este martes 28 de diciembre se cumple un año del asesinato de Jorge Luis Zambrano, alias “Rasquiña” o “JL”.

Un día como hoy, el líder de la banda “Los Choneros” fue baleado en el Mall del Pacífico, en la ciudad de Manta.

Zambrano había acudido al lugar en compañía de su esposa y su hija, además de personal que le ofrecía protección, pero su atacante aprovechó el momento en que sus acompañantes se retiraron para matarlo.

El asesino llevaba puesta una gorra negra, mascarilla gris, pantalón oscuro, camisa blanca y zapatos deportivos.

Escapó por la puerta principal del centro comercial, donde lo recogió un cómplice en una motocicleta. Aún no hay pistas de ellos.

El informe de la autopsia reveló que Jorge Luis Zambrano recibió ocho disparos: cuatro en la cabeza, dos en el corazón, uno en el pulmón y el último en la pierna.

El incidente provocó la evacuación del centro comercial.

Luego de confirma su fallecimiento, el cadáver fue velado seis horas en una ceremonia íntima a la que acudieron un sacerdote y su familia. Nadie más.

Su cuerpo fue cremado y las cenizas reposan en su casa.

A raíz de su muerte, se desató una guerra sangrienta en las cárceles del país por disputarse el poder que dejó.

Zambrano se convirtió en el líder de “Los Choneros” luego del asesinato de su fundador, Jorge Véliz alias “Teniente España”.​

En 2008 fue apresado por primera vez por la policía en una operación antinarcóticos, pero fue liberado un año después al no haber recibido sentencia.​

En septiembre de 2011 volvió a ser capturado por la policía, esta vez en Guayaquil por su participación en el asesinato de un hombre en la provincia de Manabí. De acuerdo a la policía, a la fecha Zambrano estaba implicado en al menos 14 asesinatos. En 2012 fue acusado de un nueva muerte, en esta ocasión de otro reo que estaba recluido en la misma cárcel que él.​

El 11 de febrero de 2013 se fugó junto a otros 17 integrantes de Los Choneros de la Cárcel de La Roca, en Guayaquil.​ Para llevar a cabo la fuga inmovilizaron a 14 guías penitenciarios y escaparon por medio de botes en el río Daule.​

El ministro del Interior, José Serrano Salgado, anunció una recompensa de 100.000 dólares  por su captura. Nueve meses después fue detenido en un sector exclusivo de la ciudad de Bogotá por la policía colombiana y extraditado de regreso a Ecuador. Fue seguidamente llevado al Centro de Privación de Libertad Zonal 8, considerado en ese entonces como la cárcel más segura del país.​

En 2015 fue sentenciado como cómplice de asesinato a una pena de ocho años, pero dos años después fue declarado coautor del delito y la pena subió a veinte años. Sin embargo, en 2019 un juez volvió a cambiar la pena, esta vez a siete años.​

Durante su estadía en prisión continuó manejando las operaciones delictivas de la organización. En 2019 fue acusado de haber estado involucrado en el ingreso de una ambulancia falsa a la cárcel de Guayaquil, la misma que transportaba un refrigerador, armas de fuego y botellas de licor.​ Sin embargo, meses después fue desvinculado del proceso por falta de pruebas.​

En junio de 2020 fue liberado de la Centro de Rehabilitación Social de Cotopaxi luego de que la jueza Alzira Benítez aceptara su petición para acceder a la prelibertad por haber cumplido más del 90% de su pena, hecho por el cual el Consejo de la Judicatura inició un sumario disciplinario contra la jueza Benítez.

Tras su salida inició una disputa por el control de “Los Choneros” con otros dos integrantes de la organización.​

Un mes después de salir en libertad, la Universidad Técnica Particular de Loja le otorgó el título de abogado, que Zambrano obtuvo por medio de estudios a distancia durante prisión.​