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Aunque los apagones prácticamente han desaparecido, su retorno es una posibilidad, pues la crisis energética se mantiene y podría agravarse por alguna circunstancia.

Lo que se ha hecho hasta ahora es paliar el problema para que la crisis energética no afecte al país.

Es que los apagones representan pérdidas para la ciudadanía y para los sectores productivos, y en una nación agobiada por una crisis económica y social agravan el malestar.

Por ahora, la compra de energía y el alquiler de barcazas son un remedio circunstancial, pero el país requiere soluciones propias, a mediano plazo, que remedien el problema mientras se trabaja en las definitivas.

Una de las necesidades urgentes es la revisión de la estructura de las empresas relacionadas con la generación, distribución y venta de energía eléctrica.

“No es posible que un monopolio tenga porcentajes elevados de pérdida”.

No es posible que un monopolio arroje porcentajes elevados de pérdidas en algunas provincias, entre ellas Manabí.

También se requiere una revisión de los balances y de la administración para enfrentar la crisis energética que enfrenta en Ecuador desde hace varios años.

Lo más fuerte debe ser una revisión de la infraestructura, para buscar los potenciales riesgos y acometer en el mantenimiento preventivo.

No se puede esperar a que la crisis se ahonde y que los recursos se vuelvan insuficientes. Hay mucho por remediar y aún se está a tiempo en el tema de la crisis energética.

Editorial de El Diario publicado el domingo 11 de agosto del 2024 en nuestra edición impresa.