El país tiene que unirse para enfrentar de mejor forma las potenciales consecuencias del anunciado fenómeno El Niño y la amenaza que significa.
El anuncio de El Niño y la amenaza que significa, coincide con un forzado proceso electoral, en el que priman las ofertas y las divergencias ideológicas.
Pero, incluso en este complejo momento, es imprescindible que las propuestas incluyan la remediación de las consecuencias de un fenómeno natural que puede tener efectos adversos sobre la infraestructura, la producción, las propiedades y la vida.
“Todos los sectores deben unirse frente a la posibilidad de un evento adverso”.
Si los poderes del Estado, los sectores productivos, la ciudadanía y los demás componentes de la sociedad trabajan cada cual por su cuenta, los resultados no serán tan óptimos como si todos encaminan los esfuerzos en un mismo sentido.
Desde luego, se requiere el liderazgo del Gobierno.
Tanto del actual como del que resulte electo, para cohesionar la participación y coordinar las acciones, sin que esto signifique la centralización de la ayuda como ocurrió con la contingencia después del terremoto del 2016.
La acción debe empezar ahora, con la prevención y el trazado de una hoja de ruta para saber cómo actuar frente a las eventuales contingencias.
Editorial de El Diario publicado el sábado 24 de junio del 2023 en nuestra edición impresa.
