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En vista de que no será posible un cambio tecnológico en la plataforma electoral para los próximos comicios, es necesario que el Consejo Nacional Electoral maneje el proceso con transparencia absoluta.

Lo rápido de las elecciones anticipadas no ha permitido encaminar la actualización de los sistemas informáticos, y eso se entiende, pero en contrapartida se tiene que aprender las lecciones de procesos anteriores para que errores, como el llamado “apagón” durante el escrutinio, no se repitan.

Un proceso electoral transparente destierra la posibilidad de fraude y se constituye en una herramienta útil para fortalecer la democracia.

Un sistema de comunicación tecnológica eficiente permite la transmisión rápida y efectiva de datos, evitando suspensiones que a la postre se convierten en sospechas de manipulación.

En Ecuador, las suposiciones de fraude también se basan en la falta de acercamiento entre las autoridades electorales, los sujetos políticos y la ciudadanía.

La tramitología y los criterios divergentes priman cuando se pide apertura de urnas, revisión de actas o recuento de voto.

La transparencia debe ser el punto inicial, mientras se trabaja en el proceso para actualizar los sistemas informáticos con el fin de garantizar escrutinios más rápidos y que garanticen el respeto al pronunciamiento del pueblo.

Editorial de El Diario publicado el jueves 22 de junio del 2023 en nuestra edición impresa.