Aunque el aceite de coco lleva mucho tiempo en el mercado, las redes sociales lo han posicionado como una tendencia que beneficia la salud.
Debido a este “boom” que ha tenido el aceite de coco en todas las plataformas digitales, muchas personas lo han incorporado a su dieta y ahora forma parte de los productos de consumo habitual.
Para despejar dudas sobre este revolucionario alimento, conversamos con las nutricionistas Andrea Valenzuela y Anaí Mera.
Beneficios y propiedades del aceite de coco
Algunos de los supuestos beneficios que se le adjudican al aceite de coco son estimular la función inmune, equilibrar hormonas tiroideas, ayudar en caso de enfermedades cardiovasculares, cáncer y VIH, favorecer la baja de peso, mejorar la glicemia, mejorar el tránsito intestinal, blanqueamiento de dientes, fortalecimiento del esmalte dental y aumentar el coeficiente intelectual.
Consultada al respecto, Andrea Valenzuela explica que “lamentablemente no existe evidencia que demuestre lo saludable que es el aceite de coco”.
Asimismo, Anaí Mera asegura que aunque este es uno de los aceites más resistentes a altas temperaturas y es una buena opción al momento de cocinar, sigue siendo rico en colesterol, por lo que su consumo debe ser moderado.
Mera también destaca que este aceite tiene un efecto laxante en el cuerpo, por lo cual las personas suelen vincularlo con la pérdida de peso.
Sin embargo, afirma que este alimento tiene únicamente ese efecto, laxante, por lo que es totalmente incorrecta la teoría de que lleva a bajar de peso por sí solo.
¿Cómo se consume el aceite de coco?
Además, Valenzuela comenta que los beneficios de los alimentos varían cuando se observan individualmente, versus como complemento de hábitos alimentarios.
Aquellas personas que consumen el aceite de coco junto con la fibra del coco, con muchos lípidos omega-3 del pescado, y también tienen bajo consumo de carbohidratos refinados, claramente verán resultados positivos, los cuales tienen que ver con los hábitos alimentarios en su conjunto, y no con un alimento en particular.
Por ende, debemos tener claro que la complejidad de los patrones dietéticos y estilos de vida son la principal explicación de un beneficio para la salud.