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Sería vergonzoso que la Asamblea Nacional, en vez de arrancar con la búsqueda de soluciones a los problemas que enfrenta el país, dedique parte de su tiempo de trabajo a negociar un acuerdo de impunidad.

Un acuerdo para negociar y para saltarse la resolución de un proceso judicial como es el caso Sobornos y la sentencia contra un expresidente, un exvicepresidente y otras personas.

Sería un golpe más a la institucional del país, y un gravísimo caso de injerencia política sobre la justicia.

Y es que saltarse un proceso judicial es grave, si desde la Asamblea se negocian temas que competen a las instancias judiciales.

La Justicia ecuatoriana, pese a todos los cuestionamientos que pudiera tener, debe respetarse.

La institucionalidad y la independencia de poderes son fundamentales para la prevalencia de la democracia. El irrespeto a ello sentaría un grave precedente.

“Los asambleístas han sido electos para solucionar los graves problemas del país”.

El robo de recursos en el gobierno de Rafael Correa fue claro, a vista de la comunidad.

Y, si bien al exmandatario se lo ha sentenciado por un caso menor, se trata de un dictamen judicial que sólo puede ser modificado por la misma vía.

Los asambleístas han sido electos para solucionar los graves problemas del Ecuador de hoy, como la inseguridad, la necesidad de reactivación económica y el desempleo.

La sociedad demanda que se concentren en ello y no en los acostumbrados amarres políticos que responden sólo a intereses de unos cuantos grupos.

Editorial de El Diario publicado este jueves 9 de noviembre del 2023 en nuestra edición impresa.