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Una vez más el país observa el bajo nivel del debate en la Asamblea Nacional. Es preciso entonces retomar el análisis sobre cómo llegar a un mejor umbral de calidad, ética y de compromiso.  

El número de asambleístas pasará de 137 a 151 para las elecciones de 2025.

Este incremento tiene que ver con los resultados del pasado censo y la disposición constitucional sobre el tema, mas no con lo que realmente requiere el país.

Aunque numéricamente la representación de Manabí aumenta con un legislador al pasar de 9 a 10, porcentualmente no hay mayor variante, pues pasa de un 6,57 por ciento a 6,62 por ciento.

Normalmente, con la presencia de manabitas en la lista de asambleístas nacionales, la representación pasa a un 9 o 10 por ciento, lo que se acerca a lo que equivale la población de Manabí, frente al país.

Pero el problema, en los últimos años, no fue numérico, fue de calidad en la Asamblea, de conocimiento y de autonomía.

“El aumento de legisladores no es la solución”.

Normalmente, y salvo excepciones, los legisladores han actuado en la Asamblea respondiendo a los intereses de sus partidos y no a la agenda de Manabí y sus visiones regionales.

Prueba de ello es que no tienen mucho que presentar en cuanto a fiscalización. Incluso hay temas dolorosos como la reconstrucción donde hay resultados pobres.

Algo parecido ocurre en el manejo de leyes para el avance de la descentralización o poder local, el manejo autonómico del agua y otros temas que son parte de la agenda de la provincia y que requieren el aporte de la función del Estado a la que pertenecen. Se requiere una Asamblea con mejor calidad.

Editorial de El Diario publicado el viernes 16 de febrero del 2024 en nuestra edición impresa.