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Noruega anunció este sábado el levantamiento inmediato de las últimas restricciones por la pandemia de coronavirus debido a que la variante ómicron es más benigna y al alto índice de vacunación, y ya no considerará la covid-19 una enfermedad grave.

“Podemos aliviar las medidas porque ómicron no provoca una enfermedad tan grave como anteriores variantes. Aunque vaya a subir el contagio, la cifra de ingresos hospitalarios es baja. Estamos bien protegidos por las vacunas”, dijo en rueda de prensa el primer ministro, Jonas Gahr Støre.

Noruega se une a sí a otros países escandinavos como Dinamarca y Suecia, que eliminaron las restricciones a principios de este mes.

El anuncio implica que desaparecerán las pocas restricciones que quedaban vigentes después del 2 de febrero, como guardar un metro de distancia y el uso de mascarillas en interiores.

La obligación de guardar cuatro días de aislamiento para los positivos será solo una recomendación, al igual que hacerse test a los adultos con síntomas, mientras se seguirá aconsejando a los no vacunados y vulnerables que usen mascarilla en interiores.

El Gobierno noruego mantendrá no obstante la exigencia de hacerse un test al llegar y al salir del archipiélago ártico de Svalbard, por las limitaciones de su sistema de salud.

“La vida tendrá más luz de ahora en adelante. Vive con normalidad, llena la vida de buenos recuerdos, también es importante para la salud mental. Haz algo activo cada día, hazlo con otro. Usa el sentido común. Abraza a un amigo, yo también lo haré”, dijo la ministra de Sanidad, Ingvild Kjerkol.

Noruega es uno de los países menos afectados por la pandemia en Europa, con 1.513 muertos, lo que equivale a una tasa de mortalidad de 28,29 por cada 100.000 habitantes, la mitad que Dinamarca, cinco veces menos que Suecia y siete menos que España.

El 91,1 % de la población mayor de 18 años ha recibido la pauta completa de la vacuna.