Un “thriller” de espías y acción, que se desarrolla en Portugal y en plena Guerra Fría. “Glória”, la primera gran producción 100% portuguesa que llega a Netflix, tiene todos los ingredientes para convertirse en una serie capaz de enganchar a la audiencia.
“Pensamos que era un buen primer paso para nuestra ficción tener una historia de carácter internacional para Netflix”, cuenta en una entrevista con Efe Pedro Lopes, guionista de “Glória” que se acaba de estrenar en la plataforma.
La serie consta de diez episodios y está basada en hechos reales, aunque la separación con la ficción quedó “muy definida” al existir una “realidad histórica de fondo”.
Grabada en la región de Ribatejo y Lisboa “desde instalaciones que aún existen y dentro de casas que fueron ocupadas por ingenieros y equipos norteamericanos”, Glória tiene una cronología que considera muy fidedigna, pero con personajes ficticios.
En plena Guerra Fría, en la pequeña aldea de Glória do Ribatejo donde se ubica RARET, un centro estadounidense que transmite propaganda occidental para el bloque del Este, João Vidal, ingeniero de una familia vinculada a la dictadura portuguesa pero reclutado por la KGB, asumirá misiones de espionaje que pueden determinar el futuro mundial.
UNA SERIE PARA TODOS. Pese a ser una serie histórica, está pensada para todos los públicos.
“Quienes vivieron durante esa época de la Guerra Fría tratarán de recordarla, pero para quien es más joven, como yo que nací después del 25 de abril y la revolución, es una buena serie de entretenimiento”, explica Lopes.
“Queríamos traer una realidad concentrada en el marco de los años 60 y lo que estaba en juego, pero no quiere decir que no existan problemas como en la actualidad”.
Temas como la igualdad de género, el papel de la propaganda informativa y contra las fake news o la manipulación de resultados electorales a través de la opinión pública siguen vigentes en la actualidad.
“Todo esto está ahí, no tratando de hacer una serie contemporánea, sino buscando un tema que resuene con la sociedad actual”, afirma.
NETFLIX, APERTURA INTERNACIONAL. El camino hasta llegar a la plataforma comenzó hace cuatro años, cuando se dio a conocer la ficción portuguesa y la idea de SPi, la productora encargada de Glória.
“Fuimos recibidos con mucha ilusión y por eso nos dimos cuenta de que aquí teníamos una historia con gran potencial, no solo para el mercado nacional, sino para el internacional”, cuenta.
Lopes está convencido de la visibilidad que aportará la serie al sector audiovisual portugués, al igual que lo ha hecho con los de otros países y que, al final, “es lo que también ha tenido éxito de alguna manera en Netflix”.
“Traer otros idiomas u otras culturas que muchas veces son periféricas al centro hace que no solo la ficción norteamericana viaje por el mundo, también la portuguesa o la española, que logran llegar a otras geografías y mostrar de alguna manera el talento que tenemos”.
Series como La Casa de Papel (Money Heist), de España, o El juego del calamar (Squid Game), de Corea del Sur, han tenido un éxito mundial en la plataforma, algo que en el caso de la producción portuguesa, “el publicó dirá con el tiempo”.
Lopes, consciente de que mucha ficción portuguesa se produce para ser consumida en el mercado nacional, ve esta oportunidad única para dar “mayor visibilidad” al sector audiovisual del país: “Queremos mostrar que tenemos capacidad y masa crítica para producir y bien”.
Sobre el futuro, el guionista de la primera serie “Made in Portugal” de Netflix no descarta una próxima temporada: “Todavía queda historia por contar si fuera necesario”.