En medio de un fuerte operativo, la Policía Nacional ingresó a la Embajada de México, en Quito, y se llevó detenido a Jorge Glas.
La acción incluyó la entrada de fuerzas con vehículos blindados a la Embajada de México. Allí se produjo un enfrentamiento con el encargado de la embajada, Roberto Canseco.
Información preliminar indica que habría sido llevado a la Unidad de Flagrancia.
A través de X, circulan varias imágenes del momento en que un grupo de élite de la Policía ingresó a la Embajada de México.
El Gobierno de Ecuador había señalado que el asilo concedido al exvicepresidente Jorge Glas Espinel constituía un acto “ilícito”. Siendo así pidió que sea entregado para ponerlo a disposición de la Justicia ecuatoriana.
“La concesión de asilo diplomático, en este caso, constituye un acto ilícito del Estado que lo concede, apoya una evasión a la justicia del Estado ecuatoriano y promueve la impunidad”, argumentó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador en un comunicado.
El Ministerio aseguró que, “en consecuencia, Ecuador no otorgará salvoconducto alguno, ya que no procede” de conformidad con lo establecido en “la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954 ni en la Convención sobre Asilo Político de 1933,
En estos acuerdos, ambos países”, así como tampoco según las Convención de la ONU contra la Corrupción y la Convención Interamericana contra la Corrupción.
Asilo político a Jorge Glas
A este respecto, las autoridades ecuatorianas no solo han lamentado que “México no haya considerado en su decisión” estas disposiciones, sino que ha reivindicado que “el Gobierno de México tiene la obligación de entregar al señor Jorge Glas Espinel.
Aquelllo para que sea puesto a disposición de los tribunales de justicia de Ecuador”.
“El Gobierno ha actuado y actuará en estricto apego al Derecho Internacional y en cumplimiento de lo que dispone la Corte Nacional de Justicia del Ecuador, en apoyo a la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada transnacional, con el fin de erradicar la impunidad por delitos de corrupción en el ejercicio de las funciones públicas”, se ha agregado desde Exteriores.
Este comunicado llegó después de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador confirmara que, finalmente, las autoridades mexicanas brindarían asilo político al exvicepresidente.
Jorge Glas es acusado de corrupción y alojado desde hace semanas en la Embajada de México en Quito.
“Lo que estaban buscando es que nosotros aceptáramos que entraran en la Embajada o que nosotros les entregáramos al vicepresidente. Eso no lo podemos hacer, esa es una cuestión de principios. La política exterior de México se caracteriza por proteger a perseguidos políticos”, manifestaba López Obrador.
Glas permanecía desde mediados de diciembre en la sede diplomática mexicana, a donde ingresó argumentando temor por su seguridad y libertad personal.
La Embajada, donde ingresó la Policía, lo acogió como huésped y sus abogados ya informaron hace semanas de que habían entregado una solicitud formal para el pedido de asilo político.
Esta maniobra del exvicepresidente se produjo después de que la Policía Nacional ordenara su detención para prestar declaración ante la Fiscalía por el caso de posible malversación de caudales públicos en la reconstrucción de la provincia de Manabí tras el terremoto de 2016, que dejó más de 670 muertos.