La inseguridad se ha tomado las calles de Quito y un taxista tuvo una ingeniosa idea para evitar ser víctima de la delincuencia.
Fernando Morocho, con dinero de sus recursos se vio en la necesidad de construir una cabina antibalas para su unidad.
Esta cabina, a decir de Morocho cubre todo el espacio del conductor en su vehículo. Es decir él se encuentra aislado de los pasajeros.
La implementó como una medida de protección ante los constantes asaltos que sufren y que se han viralizado a través de las redes sociales.
“Lamentablemente nuestra ciudad es muy insegura. Les recomiendo a los colegas que tomen una medida parecida”, dijo a Ecuavisa.
Morocho afirma que tiene total independencia para trabajar y sobre todo no hay contacto con el usuario a la hora de cancelar las carreras.
Preocupación en el sector amarillo
Los clientes depositan el dinero en una pequeña ventanilla de acero, donde él también coloca el cambio en caso que haya.
El taxista afirma que este método de auto seguridad le permite trabajar hasta un poco más tarde en las noches.
Los usuarios le felicitan por la iniciativa y también se sienten seguros.
Considera que es una inversión para su integridad, que seguirá así hasta que cuando la seguridad en la ciudad y el país mejore.
Quito es considerada, según las autoridades, como una de las ciudades en las que más se ha repuntado la delincuencia. Los robos y asaltos son constantes.