En un afán por no quedar como los malos de la película, y sobre todo después de las acusaciones vertidas sobre cómo se lidia allí con el daño que las plataformas le pueden hacer a los adolescentes, Instagram salió al ruedo y dijo algo así como “nosotros somos buenos”.
Adam Mosseri, jefe de Instagram, propiedad de Meta (antes Facebook), dijo ante un subcomité del Senado de EE.UU. que su aplicación ayuda a paliar el sufrimiento de los adolescentes, al contrario de lo dicho por la exempleada de Facebook Frances Haugen y reportado por The Wall Street Journal en septiembre.
“Las informaciones publicadas acerca de nuestras investigaciones internas han sido caracterizadas de forma errónea”, dijo Mosseri, a lo que sumó que muchos adolescentes han dicho que Instagram “les ayuda cuando están sufriendo con los momentos difíciles propios de la edad”.
En su comparecencia, Mosseri trató de sacarle toda la responsabilidad a Instagram del sufrimiento de los jóvenes, y dijo que aplicaciones como TikTok o Youtube son más populares entre los adolescentes estadounidenses que Instagram.