El Estado tiene que restringir determinados espacios de seguridad nacional, cárceles, hospitales y estructuras estratégicas para evitar incursiones no autorizadas con drones que podrían resultar peligrosas.
Este tipo de dispositivos, drones, que facilita muchas actividades profesionales, técnicas y científicas, también se utiliza cada vez más en actividades delictivas.
El uso de drones en hechos ilícitos no es nuevo.
Desde el año 2021 se han registrado ataques contra pabellones de cárceles, y se ha detectado su uso en el ingreso de objetos prohibidos.
“La tenencia de drones no está restringida, regular su posesión no es adecuado”.
El reglamento existente señala que los dueños y operadores de estos aparatos deben registrarlos, pero sólo con 24 se ha cumplido este requisito; los otros -unos 12 mil, según los datos de importación- permanecen sin registro y no se conoce quiénes los adquirieron.
Si al Estado este tipo de controles se le ha hecho difícil, por muy estrictas que sean las normas, mucho más complejo les será.
Además, los drones son considerados elementos de uso personal y su venta o tenencia no está restringida.
Regular su posesión no es una opción adecuada; lo que cabría es la limitación técnica de operación en determinados espacios.
Editorial de El Diario publicado este sábado 16 de septiembre del 2023 en nuestra edición impresa.