El estadounidense Paul Alexander, quien sobrevivió a la poliomielitis y se hizo conocido como “el hombre del pulmón de acero”, murió a la edad de 78 años.
Alexander contrajo polio en 1952 cuando tenía 6 años y la enfermedad lo dejó paralizado del cuello para abajo.
También quedó incapaz de respirar de forma independiente, lo que llevó a los médicos a colocarlo en un cilindro de metal -o pulmón artificial- donde pasaría el resto de su vida.
A pesar de su discapacidad, Alexander logró obtener una licenciatura en Derecho, ejercer la abogacía y publicar varios libros.
Paul Alexander aprendió a respirar
Después de años, Alexander finalmente aprendió a respirar por sí mismo, por lo que pudo salir del pulmón por períodos cortos de tiempo.
Como la mayoría de los sobrevivientes de la polio colocados en pulmones de acero, no se esperaba que viviera mucho tiempo.
Pero vivió durante décadas, mucho después de que la invención de la vacuna contra la polio en la década de 1950 prácticamente erradicara la enfermedad en el mundo occidental.
Alexander se graduó de la escuela secundaria y luego asistió a la Universidad Metodista del Sur.
En 1984, se licenció en Derecho por la Universidad de Texas en Austin.
Dos años después fue admitido en el colegio de abogados y ejerció la profesión durante décadas.
Ese año publicó un libro de memorias que, según se informa, le llevó ocho años completar con ayuda de un palo de plástico para escribir en un teclado y dictarle a un amigo.
Paul Alexander habría muerto por una infección de coronavirus.