Erika, una niña ecuatoriana de 14 años de edad, fue asesinada, presuntamente, por su vecino de origen moldavo cuando regresaba del colegio a almorzar con su familia.
La menor, antes del crimen, llamó a su departamento a través del telefonillo del edificio y uno de sus hermanos le abrió.
No obstante, minutos después Ericka no llegaba y su familia se comenzó a extrañar.
El padre de la niña le pidió a su hermano que la fuera a buscar y fue entonces cuando este halló en el rellano de la escalera con una mancha de sangre que conducía hacia el interior de un piso de la primera planta del edificio y decidieron llamar a la Policía.
Agentes encontraron el cuerpo de Ericka en la vivienda que tenía varias heridas de arma blanca. A su lado, también hallaron el cuerpo de un hombre de 31 años con heridas, que presumiblemente, se habría hecho él mismo.
Autoridades españolas determinaron al sujeto como acusado del asesinato y revelaron que ya registraba antecedentes por agresión sexual.
El hecho sucedió este martes 5 de abril de 2020.