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El papa emérito Benedicto XVI murió este sábado 31 de diciembre del 2022 a los 95 años de edad en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano.

Allí residía desde su histórica renuncia al pontificado en 2013, confirmó la Santa Sede en un comunicado.

“Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido a las 9h34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano”, reza la nota oficial del Vaticano, en seis idiomas.

La preocupación por el estado de salud del papa y teólogo alemán surgió el miércoles 28 de diciembre. Ese día su sucesor, Francisco, reconoció que estaba “muy enfermo” y pidió “una oración especial” a los fieles que asistían a su audiencia general.

Poco después, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó que la situación de Benedicto XVI se habían “agravado a causa de su avanzada edad”.

El secretario personal del pontífice emérito, monseñor Georg Ganswein, había afirmado en repetidas ocasiones en los últimos años que este era como “una vela que se apaga lenta y serenamente”.

Un día después, la Santa Sede aseguraba que Benedicto XVI había “logrado reposar bien en la noche, estaba absolutamente lúcido y atento”. Y permanecía “estable” pese a la gravedad.

Una situación que prosiguió el 30 de diciembre, cuando presentó unas condiciones “estable”, aunque pudo asistir a una misa celebrada en su habitación.

Benedicto XVI había decidido pasar estos momentos en su estancia del monasterio. Allí reside desde su histórica renuncia al papado, anunciada el 11 de febrero de 2013. Y consumada el 28 de aquel mismo mes, la primera vez en seis siglos, desde tiempos de Gregorio XII.

Tras conocerse su situación, numerosos fieles se habían congregado en distintas diócesis y templos de todo el mundo para rezar por él, siguiendo las indicaciones de Francisco.

Benedicto XVI esta rodeado de su familia vaticana

Desde el 2 de abril de 2013, Ratzinger vivía rodeado de su “familia” vaticana. La formaban su secretario, un médico, un enfermero y cuatro mujeres laicas consagradas del instituto “Memores Domini”. Ellas pertenecen al movimiento Comunión y Liberación, que se reparten las tareas de la casa y se ocupan de las necesidades del papa emérito.

Benedicto XVI prometió mantenerse en silencio tras su renuncia en señal de respeto por su sucesor. Aunque en algunas ocasiones ha reaccionado a algunas cuestiones de actualidad que le afectaban de algún modo.

Por ejemplo, en febrero de 2022 pidió perdón por los abusos y errores ocurridos durante sus mandatos en los distintos cargos que ha ostentado. Esto tras la divulgación de un informe sobre abusos sexuales a menores en Alemania en el que se le acusaba de estar al corriente en su época como arzobispo de Múnich (1977-1982).

“Una vez más sólo puedo expresar a todas las víctimas de abusos sexuales mi profunda vergüenza, mi gran dolor y mi sincera petición de perdón. He tenido una gran responsabilidad en la Iglesia Católica”, subrayó en un comunicado.

Había salido en muy pocas ocasiones de los muros leoninos, una vez para visitar a su inseparable hermano, Georg, en el hospital y en junio de 2020 cuando viajó hasta Ratisbona para verlo de nuevo pocas semanas antes de morir con 95 años. EFE