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Investigadores del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) han demostrado que el Omomyc, una proteína terapéutica que funciona para atacar tumores primarios, también es eficaz para la metástasis en cáncer de mama.

Desde hace tiempo se sabe con certeza que la familia de genes MYC desempeñan una función importante en el desarrollo de muchos tipos de tumores y Omomyc, como proteína inhibidora de los mismos, es eficaz para tratar tumores primarios.

Sin embargo, existe cierta controversia sobre el papel de MYC en las metástasis y algunos estudios sugieren incluso que inhibirla sería contraproducente y podría potenciar el rebrote del cáncer.

Pero la investigación del VHIO, cuyos datos acaban de ser publicados en Cancer Research Communications, han demostrado la eficacia de inhibir el MYC con Omomyc, a través de diferentes experimentos tanto in vitro como in vivo.

“La respuesta ha sido muy positiva y en todos los casos se ha podido comprobar que Omomyc tiene una importante actividad antimetastásica, en contra de lo que se había especulado”, explica el doctor Daniel Massó, investigador del spin-off Peptomyc y primer autor del artículo.

“Hasta el momento habíamos demostrado que Omomyc era eficaz controlando muchos tumores primarios; ahora, además, hemos visto que también es un fármaco eficaz al bloquear la invasión, el establecimiento y el crecimiento de las metástasis en el cáncer de mama”, añade la doctora Laura Soucek, codirectora de Investigación Traslacional y Preclínica y jefa del Grupo de Modelización de Terapias Antitumorales del VHIO, publicó la web www.huffingtonpost.es

Omomyc fue creada por Vall d’Hebron como una miniproteína capaz de inhibir a MYC y, tras múltiples estudios preclínicos cuyos resultados han dado la vuelta al mundo, ya se está probando en pacientes, en un ensayo clínico iniciado en mayo del año pasado.

YA FUNCIONABA. Previo al ensayo, Omomyc ya había demostrado una potente actividad antitumoral en múltiples líneas de células tumorales y modelos de cáncer en ratón, independientemente de su tejido de origen y de sus mutaciones.

Sin embargo, todos los trabajos de investigación realizados hasta ahora con este fármaco se han centrado en tumores primarios y nunca se había probado su eficacia contra la enfermedad metastásica.

Con este último estudio, sí se ha podido demostrar a través de una multitud de experimentos, tanto en modelos in vitro como en modelos de ratón. En los primeros se probó la eficacia en todos los tipos de tumores, mientras que en los segundos el trabajo se centró en el cáncer de mama triple negativo, una enfermedad que necesita urgentemente mejores opciones terapéuticas.