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Un tribunal de Florida, en Estados Unidos, negó la solicitud de libertad para una mujer embarazada que se encuentra detenida por asesinato.

Sin embargo ella pide que sea liberada. Alega que su feto estaba capturado ilegalmente. En contra del feto no existían cargos.

El abogado William Norris presentó la semana pasada una petición para la liberación del feto de Natalia Harrell, una presa de 24 años.

A la mujer la acusan de matar a otra mujer. Esto ocurrió mientras ambas se encontraban en un vehículo de Uber.

Según la demanda interpuesta por Norris, “el niño neonato no ha sido acusado de ningún delito por el fiscal”. Entonces considera que está “encarcelado ilegalmente”.

Por ello, solicitó su libertad en virtud del procedimiento de “hábeas corpus“.

El juez Thomas Logue, del Tribunal de Apelaciones del Tercer Distrito de Florida no entró a valorar en su sentencia si esa petición era legalmente admisible.

Otra jueza del tribunal, Monica Gordo, afirmó por su parte que se debería desestimar el procedimiento de “hábeas corpus”.

“No se puede acusar al gobierno de retener ilegalmente al feto en este caso, como tampoco se puede acusar a la madre de secuestro interestatal”, escribió la jueza Gordo.

“El argumento no es más que un intento de la madre de utilizar a su hijo nonato como base para recuperar su libertad por una detención legal”, añadió.

Este caso recuerda a uno del año pasado. A una conductora embarazada la multaron.

Esto debido a que estaba manejando por un carril compartido y argumentó que su feto contaba como pasajero.