Como un “hotel” para indigentes y extranjeros, califican los vecinos al edificio del Ministerio de Agricultura (MAG).
La infraestructura, ubicada en la calle Ramos Iduarte, entre primera y segunda transversal, fue afectada por el terremoto del 16 de abril del 2016 y desde entonces se encuentra abandonada.
Esta situación la aprovechan quienes no tienen dónde dormir, o los que buscan realizar actos reñidos con la moral, como el consumo de drogas.
Incluso llegan parejas para tener relaciones sexuales, cuentan los vecinos.
Un hombre, que pidió el anonimato por miedo a represalias, mencionó que tuvo que abandonar la casa que alquilaba frente al edificio porque en más de una oportunidad tuvo problemas con los “inquilinos”.
“Eran malcriados, insultaban y se ponían agresivos cuando uno les llamaba la atención por el olor a marihuana. Es más, hasta se escuchaba cuando tenían relaciones allá adentro”, comentó.
Además catalogó al lugar como un “muladar” por toda la basura que ahí acumula la gente.
“No vienen a limpiar ni el municipio ni el Ministerio de Agricultura, nadie hace nada”, dijo.
Carlos Ceme es comerciante autónomo de la Alajuela y considera que el edificio podría servir para ellos.
“Que lo renuevan para que nos pongan allá, es mejor que tenernos aquí”, dijo, y agregó que “la gente por aquí no transita, puede ser por el edificio abandonado. Es para drogos ese lugar”, acotó.
Nel Bravo, otro vendedor, comentó que incluso hay peleas en el edificio.
“Las autoridades que por favor se dediquen a reconstruir y mejorar eso. Le quitaron el cerramiento y fue peor la cosa”, comentó.
Un equipo de El Diario recorrió el edificio y en la planta baja, por ejemplo, se encontró a Julio Vélez, quien estaba pelando cebollas para venderlas en el mercado y así ganar un poco de dinero, pues asegura no tener familia y que por eso se refugia en este sitio.
“Nunca hemos metido la mano en lo que no es nuestro. Yo soy de Las Peñas de Rocafuerte y no tengo familia, por eso vivo aquí. Arriba hay unas 10 personas o más que también duermen acá”, comentó.
En el primer piso de la infraestructura se encontró a dos personas que dormían en colchones viejos, rodeados de basura y de malos olores, pues según vecinos, este lugar también es usado como baño público.
Desde los exteriores de la edificación se puede observar que en el tercer y último piso viven más personas, incluso han armado una especie de carpas con sábanas para protegerse del frío en las noches.
Algunos vecinos recordaron que un informe recomendaba demoler la estructura, y otro su reforzamiento tras el terremoto, por lo que recalcaron quienes lo ocupan, que corren un serio peligro.
Sergio García, director de Control Territorial del Municipio de Portoviejo, informó que desde hace dos semanas notificaron al MAG y que quedaron en “reunirse para acordar el cerramiento del lugar”, para evitar que personas que andan en triciclos vayan a botar basura al lugar, comentó.
Este medio buscó la versión del MAG; pero se informó que las autoridades se pronunciarán este jueves.
Desde la cartera de Estado se dijo que el edificio está en manos de Inmobiliar, pero eso fue desmentido por dicha entidad, ya que, según ellos, el bien todavía no les pertenece.