El panorama laboral no ha sido alentador durante los últimos años en Manabí, donde cada día más de cien personas pierden su trabajo.
Ese es el promedio diario de las actas de finiquito que se registran en el Ministerio de Trabajo, cuyo documento formaliza la terminación de la relación laboral. La cifra podría ser mayor si se considera que no todos los trabajadores están formalizados.
Desde enero hasta el 10 de julio de este año se han registrado 21.725 actas de finiquito en Manabí, superando el promedio diario de las que hubo en el 2021 y 2022.
Sólo es superado por el 2020, año en que se presentó la pandemia y en promedio se registraron 127 actas de finiquito al día.
Desde el 2020 hasta la primera semana de julio de este año se contabilizan 146.436 actas de finiquito. En otras palabras, ese número de personas han perdido sus empleos en esta provincia.
Se acuerdo al Sistema Único de Trabajo (SUT), entre las actividades que más actas de finiquito se han registrado están agricultura, ganadería, silvicultura y pesca.
Además de actividades de servicios administrativos y de apoyo, industrias manufactureras, comercio al por mayor y menor, construcción y actividades profesionales, científicas y técnicas.
El cierre de negocios por la inseguridad y la falta de inversión para crear nuevas empresas habrían ocasionado el aumento del desempleo.
Así lo indicó el economista Francisco Verduga, docente de la Universidad San Gregorio de Portoviejo.
“Ha sido un año político difícil, hubo la muerte cruzada, los inversionistas están a la expectativa de las elecciones”, refiere el analista.
A ello se suma la pérdida de los cultivos que sufrieron muchos agricultores este año y se podría agravar con el anuncio del fenómeno El Niño.
Análisis de la situación laboral
“Todo eso genera recesión”, manifiesta Verduga, quien avizora que en lo que resta de este año la situación no mejorará, pues en las calles el movimiento comercial ha disminuido, señala.
La encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), revela que el desempleo se redujo a escala nacional y el empleo creció en el segundo trimestre de este año (abril – junio).
En ese período del 2022, 367.265 personas estaban desempleadas, mientras que en el mismo período de este año la cifra bajó a 320.957. Las personas con empleo pleno, en cambio, pasaron de 2’886.553 a 3’050.614, según el INEC.
Sin embargo, Verduga refiere que “no sé de dónde se saca que hay más empleo”. Hasta la primera semana de julio de este año, el SUT contabiliza 50.345 contratos de empleos vigentes.
Gabriela Marín tampoco cree que el desempleo se haya reducido, pues lleva más de tres años que no encuentra un empleo estable a pesar de que tiene título en diseño gráfico y cuenta con experiencia.
Hace dos semanas logró encontrar trabajo en un local comercial, donde labora hasta doce horas al día, le pagan un sueldo básico ($ 450), pero sin afiliación al seguro ni el pago de horas extras por los fines de semana que trabaja.
De hecho, según la encuesta que realiza el INEC (no incluye a Manabí), en ciudades como Guayaquil, 64,25 % de las personas con empleo no están afiliadas al IESS.
Manuel Díaz tampoco cuenta con un seguro, es emprendedor. En su caso, adquirió una máquina para arreglar zapatos. Ubicó su taller en la ciudadela Los Tamarindos, en Portoviejo.