Informes del SNAI y de Inteligencia policial identifican a once grupos delictivos en las cárceles del país.
Ellos tienen el control de servicios como la alimentación, el derecho a una cama y hasta asesoría legal.
Además, se conoce que dentro de las cárceles más grandes hay redes de extorsión, tortura, secuestro y prostitución.
Entre esos están: Choneros, Lagartos, Tiguerones, Lobos, Fatales, Ñetas, Chone Killers, Águilas, Fantasmas y Cubanos. Cada una de estas organizaciones goza de una estructura jerárquica y de células pequeñas.
De hecho, en las últimas horas se conoció que las mafias están amenazando a los dueños de las funerarias de Guayaquil.
Los amedrentamientos se dan para exigir una comisión de los servicios exequiales de las familias de los 62 presos que fueron asesinados este fin de semana.
El poder de las mafias dentro de ciertas cárceles es total.
Informes, que reposan en el Asamblea Nacional, confirman que las mafias tienen las llaves de las celdas.
Las bandas también modifican espacios de la estructura carcelaria.
En los últimos meses se han identificado sitios como piscinas, bares, cantinas y salas de tortura.
El director del Servicio Nacional de Atención Integral a Privados de Libertad (SNAI), Fausto Cobo, afirmó que usan todos los mecanismos, que permiten la ley y la Constitución, para retomar el orden en las penitenciarías del país, lo hacen, dijo, “estirando un poco la Constitución para operar con la fuerza pública”.
En ese sentido, los militares ejecutaron recientemete 17 operaciones de seguridad en el perímetro externo de los 12 pabellones de la Penitenciaría, con la finalidad de proporcionar vigilancia.