A una menor de 17 años secuestrada en Quevedo, provincia Los Ríos de Ecuador la rescataron en Lima, Perú, cuando la tenían trabajando en un prostíbulo.
El rescate de la chica secuestrada en Ecuador, se dio luego de semanas de investigación por parte de los agentes de trata de personas de ambos países.
Juan Carlos Montufar, jefe de la división de tráfico ilícito de migrantes de Perú, indicó que la Policía de Ecuador les comunicó el secuestro y comenzaron a buscar pistas en prostíbulos.
El secuestro en Quevedo se registró el 10 de diciembre del 2022. La denuncia la puso en Ecuador, la madre de la chica.
La menor se encontraba cerca de su domicilio cuando un sujeto la obligó a ingresar a un vehículo.
Las primeras investigaciones determinaron que la chica era víctima de una red de trata de personas con fines de explotación sexual y trabajar en un prostíbulo.
La Policía de Perú encontró que una banda de delincuentes ecuatorianos obligaban a prostituirse a mujeres y las drogaban.
Además estos sujetos estaban ordenando sicariatos en Ecuador, según la Policía de Perú.
Secuestrada en Ecuador estaba en prostíbulo
Juan Carlos Montufar dijo que tras las investigaciones lograron encontrar la chica en una zona de prostitución y la siguieron hasta donde la llevaron los captores.
Los sujetos la llevaron, tras terminar la jornada de trabajo, al distrito Los Olivos de Lima, en un automóvil.
La organización criminal de ecuatorianos tenía retenida a la menor en una habitación, donde encontraron un altar de santerías con dos cráneos humanos.
Montufar señaló que el altar es una santería, para brindar culto a la muerte que para ellos es un tema protección para sus actividades criminales.
También encontraron drogas que eran dadas a la menor para mantenerla en un estado de sometimiento y dependencia.
Los sujetos le habían cambiado de identidad a la chica con cédula ecuatoriana falsa. Se llamaba ahora Andrea Carolina Vergara Bravo, de 23 años y nacida en Machala.
La Policía de Perú capturó a los secuestradores ecuatorianos y los identificó como Gustavo Roberto Sánchez Ortiz, de 22 años y Marco Javier Sánchez López, de 32 años.
Además a Oswaldo Nolberto Franco Obando, de 28; y Livington Wladimir Alvarado Heredia, de 27 años.
Sánchez Ortiz usaba identidad falsa en redes sociales y tenía escrito su nombre escrito en árabe.
Este delincuente se hacía llamar Roberto Albeiro Sánchez Gaviria y estaba denunciado como el secuestrador en Ecuador.
Este sujeto era amante de las selfies. Se tomaba fotos con armas, droga y cervezas, según un reporte del programa Domingo Al día, de Perú.