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De los más de 43 mil ecuatorianos que han viajado a El Salvador, el 97,33% no ha regresado y sigue su trayecto hacia EE. UU.

Este país de Centroamérica es una de las principales rutas que los ecuatorianos están tomando para llegar a territorio norteamericano.

Hace nueve meses, Patricio (nombre protegido) tomó un vuelo desde Guayaquil hasta El Salvador, luego continuó su viaje en bus, en camioneta, y otro tipo de transporte que lo llevó hasta Guatemala, para luego seguir viaje a México, hasta que ingresó a Estados Unidos (EE. UU).

Pero esta travesía no fue nada fácil, confiesa Patricio, quien al ingresar en EE. UU. fue detenido por cerca de tres meses, hasta que fue liberado y ahora trabaja en lo que puede para pagar el dinero que prestó.

Para alcanzar el llamado “sueño americano” gastó alrededor de 4 mil dólares.

Ecuatorianos no regresan

Según datos del Ministerio de Turismo, desde enero hasta abril de este año, 538.330 ecuatorianos han registrado su salida del país y 168.228 personas no han vuelto a ingresar.

De hecho, el 91,51% de los que han salido ha viajado principalmente a EE. UU., Colombia, Perú, El Salvador, Panamá, España, Argentina, República Dominicana, México y Chile.

El año pasado, 3’136.163 ecuatorianos salieron del país y 66.716 de ellos no regresaron. Es decir, entre el 2023 y este año, cerca de 235 mil ecuatorianos siguen en el extranjero.

El economista José Santos, menciona que la ola migratoria sigue siendo grave, pues en la travesía por llegar a EE. UU. muchos son víctimas de los “coyotes” que los dejan abandonados.

“Esto tiene un problema, que es la tragedia humana, al dejar familias enteras, personas que dejan a sus hijos pequeños”, señala Santos.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), las personas entre 30 y 39 años representan el 22,7% de las que salieron del país en el 2023, seguido de los 18 y 29 años con el 22%, siendo los grupos etarios que más han abandonado el país.

Ecuador no registra crecimiento económico

El sociólogo Carlos Alberto Zambrano, dice que en los últimos cinco años en Ecuador no ha habido crecimiento económico, por lo que la ola migratoria sigue en aumento.

“El crecimiento poblacional, comparado con el crecimiento económico, calculado al Producto Interno Bruto (PIB), no compensa en términos reales”, señala.

En ese sentido, explica que existe escasez de inversión que, sumado a la inseguridad del país, ha influido en la migración de los ecuatorianos.

“El tercer factor tiene que ver con la situación política. Las personas tienen un descreimiento sobre las circunstancias de lo que puede venir o no al país”, indica Zambrano.

Advierte que “si la decepción (de las personas) viene por la inseguridad, si viene por la falta de crecimiento económico, por la falta de estructuración de una clase política que procure el desarrollo del país aprobando leyes que de alguna manera beneficien el desarrollo productivo, es evidente que el sector poblacional más joven va a buscar perspectivas en otros países”, menciona.

Con esto coincide el economista Santos, quien agrega que la economía de Ecuador está en un estancamiento y el aumento del IVA de tres puntos porcentuales, también ha contraído la economía.

Remesas sostiene la dolarización

El aumento de la migración ecuatoriana se ve reflejado en el incremento de las remesas.

En el 2023 se recibió un poco más de 703 mil dólares adicionales de lo recibido un año antes, según el Banco Central del Ecuador, que aún no publica las cifras de este año.

Santos señala que de alguna manera las remesas sostienen la dolarización y generan el movimiento de circulante que tanta falta le hace al país.